UN PARTIDO PARA RICO

Foto: marca.com

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17 Agosto 2013

Juanma Velasco

Todo empieza en Valladolid, donde los rojiblancos inauguran una Liga de ilusión. Como todas, podrás observar, pero esta, si cabe, todavía tiene un punto añadido de reunir buenas sensaciones porque la despedida de la anterior no fue grata. Faltó ardor en la Liga, pasión en la Copa y rango en Europa. Además, el Athletic despidió sin más al último entrenador que le ha llevado a dos finales consecutivas (el otro es Koldo Aguirre y afortunadamente el club le mantiene entre las glorias que pasea en actos institucionales y con peñas) y los últimos días futbolísticos de San Mamés fueron una agonía por eso de que cada vez que había algo en juego, aunque ese algo no fuese más que la postrera honra a un escenario mítico, el resultado era desfavorable para los intereses del Athletic.

La idea y la ilusión, la esperanza y la seguridad que cada uno quiere transmitir en lo que hace están a la espera de los resultados, sin duda lo más difícil de tener alrededor por eso de las circunstancias particulares que rodean a cada partido. Pero, por encima de las ganas que le ponga cada cual a los estrenos, merece la pena recordar que lo que ocurra en el Nuevo Zorrilla (o haya ocurrido si eres de los que has cazado esta pieza a partido pasado) no será para nada definitivo: ni para bien ni para mal. De lo que se trata es de ser lo más racional posible a la hora de sacar las pocas conclusiones que a los ojos de los comunes -que somos los miles que seguimos a este club sin tener contacto en carne propia con lo que se cuece en su vestuario, en su día a día en Lezama y en las concentraciones- deberían reportarnos 90 minutos de fútbol.

Los partidos del día tienen su continuidad en las charlas que los aficionados mantienen hasta los siguientes y en los debates y análisis que se plantean desde los medios de comunicación. Y en ambos, hasta la nocturna y fastidiosa visita a Anoeta para medirse a Osasuna en el primer encuentro del exilio por la construcción de San Mamés, habrá mucho espacio para Mikel Rico, el último futbolista en incorporarse a la lista de leones de la presente campaña. El de Arrigorriaga llega con el cometido de reforzar el centro del campo rojiblanco. Y desde que se conoció que el acuerdo con el Granada estaba a falta de la firma, son pocos los hinchas que no han dejado de cantar las excelencias del centrocampista. Ahora bien, aunque las tenga, se cuentan con los dedos de las manos los que le han visto más de 450 minutos la pasada temporada.

¿Dónde y por quién habría jugado Rico en Zorrilla? La respuesta, aunque nos esforcemos en dar nombres y encontrar explicaciones a posibles sustituciones y no menos posibles dibujos y esquemas en ese entrenador que cada uno tenemos dentro, la tienen solo Valverde y sus colaboradores, los más interesados en encontrar acomodo a Mikel. Ahora bien, el chico acudirá a Lezama desencanchado y sin apenas rendimiento en una pretemporada en la que su mente siempre ha estado puesta en fichar por el Athletic. No ha tenido la tensión competitiva que necesita cualquiera que apunte a una titularidad inmediata y solo ha reunido un puñado de minutos en un amistoso con el conjunto nazarí.

Su reto es ponerse a tono cuanto antes y el Athletic ya estará en la tarea de buscar un partido para Rico. Los tendrá en los entrenamientos y en el amistoso que el club organizará para sellar la inauguración de San Mamés. ¿Y el debut oficial? Si no media lesión o sanción de compañeros, no debería estar compitiendo con continuidad antes de dos semanas. Todo lo que sea acortar esos plazos sería un mal síntoma para el resto de integrantes del centro del campo.

 

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