Oihan y Nico…o como modificar conductas para trascender

O. Sancet y N. Williams en San Mamés | Foto: El Correo

OHIAN Y NICO…O COMO MODIFICAR CONDUCTAS PARA TRASCENDER

Trascender y convertirse en leyenda, son los retos que les ofrece el futuro a dos de los mayores talentos de la inagotable cantera de Lezama, de nombres Nico y Oihan, estos dos chicos dotados de un talento innato, propio de aquellos que conviven con la élite, tienen ante sí la oportunidad de marcar una época en el Athletic y de convertirse en parte de ese grupo de elegidos que escriben con letras de oro su nombre en la brillante, exitosa y larga historia del club del botxo; ¿Pero cómo se puede llevar a cabo ese proceso de transformación? ¿Cómo los entrenadores podemos intervenir en el mismo?, resolver esas cuestiones es el objetivo de este artículo.

En los dos anteriores artículos compartimos la necesidad del entrenador de descubrir las capacidades de sus futbolistas, sus herramientas de intervención y sus capacidades de interacción con sus compañeros y en relación a los escenarios que los oponentes van construyendo, también compartimos, como desde el reglamento se pueden construir a través de varios principios de juego básicos, los escenarios colectivos para construir las herramientas colectivas en un equipo de futbol y para facilitar el desarrollo de las capacidades de los futbolistas.

El siguiente reto que afronta un entrenador, es el de modificar las conductas de los futbolistas que entrena, para llevarlos al siguiente nivel y propiciar que esas capacidades mejoradas, mejoren las interacciones que se producen en el desarrollo colectivo y por lo tanto mejoren el rendimiento competitivo del equipo.

¿Cómo podemos modificar esas conductas?…comencemos por el principio, para modificar una conducta es indudable que necesitamos partir obligatoriamente de la convicción del futbolista, sin ella nada podemos hacer que trascienda con un impacto real. El futbolista, no solo debe tener la voluntad y la convicción de hacerlo, debe comprender y asumir que modificar conductas, es un proceso doloroso, largo y lleno de obstáculos, que requiere de un enfoque total por parte del futbolista y que le va a exigir salir de su zona de confort de forma continuada.

¿Qué papel juega el entrenador en estos procesos? Acompañar a un futbolista en un proceso de mejora o modificación de conductas, requiere también del entrenador un esfuerzo extra que lo aleje de las zonas comunes, lo aleje de su zona de confort y que obliga al entrenador a realizar un esfuerzo extra, al menos tan importante que como el que se le solicita al futbolista convirtiéndolo en un acompañante imprescindible para el futbolista, pero siempre identificándose como acompañante y nunca como responsable o protagonista de la acción.

¿Qué herramientas dispone el entrenador para acompañarlos? Todo comienza con la empatía, el cariño y el ejemplo, el entrenador debe conquistar el corazón del futbolista si quiere que este le abra las puertas para que lo acompañe, debemos tener siempre presente, que requerimos al futbolista comenzar un proceso doloroso, largo y que le va a suponer un esfuerzo fuera de lo normal. Romper esa barrera y construir una relación potente y de máxima confianza es indispensable si se quiere construir conjuntamente un proceso transformador. Quizá por eso la primera pregunta que debemos hacernos como entrenadores, no sea ¿Cómo entrenamos?, quizá deba ser ¿Cómo decidimos convivir? ¿Qué tipo de relaciones queremos construir con los miembros de nuestro equipo?

 En segundo lugar el entrenador necesita herramientas pedagógicas que permitan al futbolista el descubrimiento de nuevas realidades. En estos procesos la filosofía nos aporta dos herramientas pedagógicas que se me antojan fundamentales, el estoicismo y el pensamiento socrático, que junto con el aprendizaje significativo, constituyen las armas más potentes de las que dispone el entrenador.

El estoicismo permite al futbolista aceptar su situación, es decir conocer y reconocer con objetividad sus capacidades y por lo tanto su punto de partida y sus posibilidades de mejora, el entrenador a través del diálogo con el futbolista debe conseguir que este sea capaz de verbalizar y por lo tanto de construir en su cabeza su propia realidad, reconociendo sus capacidades y sus posibilidades.

El pensamiento socrático le da al entrenador la oportunidad de construir preguntas potentes, que sirvan al futbolista como guía de descubrimiento de nuevas posibilidades de intervención.

El aprendizaje significativo, le da al entrenador la posibilidad de reconocer nuevo conocimiento relevante para el futbolista, que impacte sobre el conocimiento existente en él, para que el futbolista lo reconozca, lo recodifique a su propio lenguaje, lo repregunte para construir una comprensión total y lo repita reiteradamente mediante los escenarios de entrenamiento, para que se transforme en conocimiento consolidado en su cerebro. Esto obliga al entrenador a construir escenarios de entrenamiento y competición abiertos, que respetando la convivencia de las mejores interacciones que surjan de la adecuada combinación de futbolistas y la participación del oponente, permita al futbolista tomar la iniciativa en el juego y lo aleje de las conductas cerradas y mecanizadas que limitan el desarrollo de su talento. Entendiendo que el error, forma parte del proceso de transformación y constituye un escenario de aprendizaje en si mismo.

Por tanto, reconocerse, cuestionarse y vivenciar experiencias conforman las tres herramientas que complementan una firme voluntad de mejora y una fuerte mentalidad para afrontar el reto.

Llevado el proceso a nuestros protagonistas…reconocemos a Oijan como un futbolista talentoso en su relación con la pelota, capaz de tomar decisiones en condiciones espacio temporales muy reducidas, cuyas posibilidades de ejecución permiten mejorar las condiciones de los receptores de sus pases, con una gran interpretación del juego en el último tercio del campo y con un talento innato para encontrar los momentos de llegada al gol… por otro lado reconocemos a Nico como un futbolista habilidoso,  capaz de desarrollarla a alta velocidad, con un talento innato para eliminar rivales a través del regate, con habito de desarrollar sus impactos en el juego desde la banda derecha y con una relación con el gol intermitente. 

Debiéramos plantearnos determinadas preguntas con Oihan ¿Por qué limitar su participación al último tercio del campo, si su talento y su cabeza parecen requerir estar en contacto con la pelota de una forma más continua? ¿Qué obligaciones le va a requerir el juego para colaborar con la recuperación de la pelota si transita por espacios distintos del último tercio? ¿Por qué debatir si es 8 o es 10 cuando puede ser todo a la vez? ¿Por qué impactar en el juego sólo con goles, porque no asumir el reto de sumar goles y asistencias a la par?…y determinadas preguntas con Nico ¿Por qué impactar en un solo espacio del campo, convirtiéndose en más previsible y fácil de defender para el oponente? ¿Por qué no utilizar sus habilidades de regate en espacios más cercanos al eje central? ¿Cómo puede enfocar su atención para elegir el momento exacto en el que impactar en el juego y por lo tanto elegir en que momentos se ahorra energía y colabora simplemente dando continuidad al juego? ¿Qué espacios defensivos debe ocupar preferentemente para preservar su energía en favor de mejorar su eficacia ofensiva? ¿Teniendo en cuenta su capacidad para llegar con tiempo a zonas de remate ventajosas, cuales debieran ser sus mejores herramientas de definición para mejorar su porcentaje goleador?

Construir espacios de libertad, a través de escenarios de entrenamiento que les permitan explorar nuevas capacidades y de escenarios de competición que se alejen de los paradigmas y discusiones tradicionales  que limitan las actuaciones de los futbolistas a espacios cerrados, concretos y predecibles, otorgándoles la confianza y también la responsabilidad para conseguir que Nico y Oihan respondan a estas preguntas, se antoja fundamental para hacerlos trascender y convertirlos en leyenda, porque creo que de la voluntad y de su mentalidad nadie tiene duda.

2 comentarios

  • Unai Arana

    Interesantisimo artículo.
    Abordar este asunto desde el crecimiento de los jugadores puede favorecer el crecimiento de los futbolistas y tb su renovación por el Athletic, lugar donde más pueden crecer

  • Ernesto

    Sancet me parece un buen jugador. Lo de Nico JR me parece tan fraude como su hermano Nacho, minutos excesivos goles el ratio de peor delantero centro de la historia del club y ni quiere tocar balones de cabeza, se le hace un scouting y da negativo para jugar en el Athletic.
    Pues con Nico Jr va a pasar parecido, no tiene oferta de ningún grande, humo que vende su representante, algunos periodistas que son como su representante y los hooligans, que no entienden de futbol. Aquí hay mejores extremos, como Morci, Luis Bilbao, Serrano y no les dan ni oportunidades ni bola. Lo mismo que algunos medio centros que emigraron como Galarreta o Unai Rementeria, que son mejores que todos los medios, centros del primer plantel a excepción de Zarraga.
    Malas gestiones deportivas, no están los mejores jugadores nacidos en los siete herri aldea y Euskal diáspora en el club.
    Conclusión no son competitivos ni se gana nada importante y encima traen gente que no entra en la filosofía. Especialmente chicos nacidos en el sub Sáhara, baratos de precio y calidad nula, además de no entran en la filosofía, así está Lezama.

Responder a Ernesto Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.