Los procesos ¿Enseñanza? – Aprendizaje en el fútbol

LOS PROCESOS ¿ENSEÑANZA?-APRENDIZAJE EN EL FUTBOL

El futbol, como muchas otras actividades de la vida del ser humano, toma del modelo educativo académico, los cimientos a través de los cuales se han ido construyendo los pilares fundamentales de las diferentes metodologías de entrenamiento a lo largo de la historia. Las metodologías educativas académicas, es verdad que en la última década se han transformado mucho, se han identificado por ubicar al maestro en el centro de la escena de aprendizaje siendo este el depositario del conocimiento y el encargado de transmitírselo al alumno al que responsabilizamos de adquirirlo fundamentalmente a través del ejercicio memorístico, así pues los escenarios de aprendizaje que se encuentran en las escuelas, están relacionados con las clases magistrales del profesor o las tareas basadas en la repetición como herramienta de memorización del contenido, por otro lado una segunda característica de este paradigma cartesiano de aprendizaje tradicional se basa en trocear el conocimiento en materias diferenciadas, matemática, lengua, historia etc., para facilitar el acceso de alumno al aprendizaje; pero ¿puede el futbol construir metodologías de desarrollo del deportista desde este paradigma cartesiano de enseñanza-aprendizaje?

Definamos primero la actividad, para tratar de comprender de qué forma se puede construir en el futbol el proceso enseñanza-aprendizaje y construyamos la definición desde el conocimiento y la interpretación del Reglamento para no caer en el error de acercarse a ninguna teoría personalista de ningún entrenador que vinculado a un estilo o idea de juego fuera la que fuese, nos condicione la comprensión de la lógica interna de este juego.

Si atendemos a lo que nos dice el reglamento, el juego del futbol, es una actividad con un desarrollo colectivo en el que se enfrentan dos equipos que comparten espacio de juego con del oponente, un espacio de juego cerrado en amplitud, el ancho del campo nunca varía y variable en profundidad ya que la regla de juego permite regular la altura del espacio hasta el centro del campo, con lo cual el espacio a lo largo es modificable y cuyos únicos objetivo consisten en introducir el balón, medio con el que se desarrolla el juego, en la portería del oponente y evitar que el oponente lo haga en la tuya, porterías, que aparecen ubicadas en los fondos y en el centro del espacio de juego y conseguir el objetivo no pudiendo utilizar las manos exceptuando uno de los jugadores que denominamos portero en el área grande y el resto sólo pudiendo hacerlo para ejecutar los saques de banda y respetando los límites que redacta el reglamento, que permitiendo el contacto físico en el desarrollo del juego lo limita a través de sus faltas e incorrecciones…nada nuevo verdad, pero

¿comprendemos el significado de la definición para construir modelos de enseñanza-aprendizaje adecuados?

Haciendo una simple ejercicio de sentido común de esta definición del juego, podemos colegir con facilidad que el jugador necesita de una destreza técnica especial para relacionarse e intervenir sobre la pelota, también necesita de una preparación atlética específica para los requerimientos fisiológicos que exige el desarrollo del juego y sobre todo se necesita una percepción cognitiva abierta, diversa y global del juego, un juego que se presenta de forma continua, indivisible y fundamentalmente incierto, donde no hay dos situaciones iguales, difícilmente “programable” (no olvidemos que se juega con los pies) donde todo está conectado con todo al mismo tiempo en donde los cercanos, próximos o colindantes al balón tienen la misma importancia en el juego que los alejados del mismo y no menos importante el jugador necesita sentir una identidad y compromiso colectivo además de poseer una alta inteligencia emocional para conseguir rendimientos eficientes.

Por otro lado, la ciencia, a través de la pedagogía nos ha permitido comprender que para poder construir conocimiento relacionado con el desarrollo de una actividad no lineal, es necesario “vivir experiencias” que permitan al cerebro consolidar ese conocimiento a través de la memoria operativa y que ese conocimiento adquirido, aparecerá después en el juego de forma inconsciente y espontánea. La ciencia también nos dice a través de la teoría del aprendizaje significativo, que existe un conocimiento previo propio de cada individuo, al que llamamos talento y que el aprendizaje se manifiesta de forma significativo, cuando al cerebro le presentamos conocimiento nuevo, que puede relacionar con el conocimiento existente, reconociéndolo e identificándolo para construir un nuevo conocimiento. Por tanto el juego del futbol requiere de una aprendizaje experiencial, que vendrá determinado por el conocimiento previo de cada jugador y que se transformará en la medida que el conocimiento que le presentemos a través de los diferentes escenarios de entrenamiento sea lo sufrientemente sugerente y estimulante para que el proceso se consolide.

Atendiendo a las reflexiones previas, ¿podemos construir modelos de enseñanza-aprendizaje ubicando al entrenador en el centro de la escena y en el depositario del conocimiento?

Es evidente que no, los jugadores son un talento en sí mismo, el que fuere, con un bagaje de experiencias adquiridas, las que fuesen y con una sensibilidad emocional concreta, la de ellos, para acercarse y comprender el juego.

¿Por qué preparar un mismo menú para diferentes comensales, con distintos gustos, distintos hábitos o diferentes inquietudes?

El entrenador debe ubicar al jugador en el centro de la escena y para eso debe reconocer sus capacidades, que van desde sus posibilidades de intervención, pasan por su motricidad (capacidad de movimiento) y finalizan en su conocimiento del juego, el del jugador, que además está muy relacionado con la sensibilidad del jugador para entender el juego de una forma u otra.

¿Podemos construir modelos de enseñanza-aprendizaje desde el desarrollo teórico de la idea para elaborar procesos de conocimiento desde la memorización?

El BIG DATA, el conocimiento teórico del juego por parte del entrenador transmitido en forma de charla magistral, el video y el entrenamiento analítico, no son incompatibles con la formación, pero no construyen conocimiento alguno, sólo permiten que sean utilizadas como herramientas para introducir ideas o construir puntos de partida para facilitar el proceso cognitivo del jugador, pero solo la vivencia de experiencias a través de escenarios de juego que obliguen al futbolista a tomar decisiones de forma permanente van a construir conocimiento del juego en el futbolista, jugar es la palabra clave del proceso enseñanza aprendizaje.

¿Podemos dividir el juego en trocitos para construir conocimiento a través de la suma de las partes imitando el modelo académico?

No si lo que perseguimos es el desarrollo del conocimiento, lo que si podemos es encontrar a través de la construcción de escenarios de juego la forma en que determinadas situaciones vayan apareciendo de forma repetida para que el futbolista las afronte y las vivencie en la búsqueda de soluciones para la misma, pero ojo sin desvirtuar la esencia del juego definitiva en el reglamento. Teniendo en cuenta la dificultad de desarrollar un proceso cognitivo tan complejo y la exigencia que rodea este deporte ya desde el futbol formativo.

¿podemos sacar de la ecuación de aprendizaje las emociones?

No solo no podemos sacarla de la ecuación, más peligroso aún es pretender que vivan las emociones bajo nuestros parámetros emocionales, el futbolista no puede alejarse de la vivencia de emociones como ninguno de nosotros no podemos dejar de “estar” en un momento emocional, el que fuere en cada momento, el futbolista necesita convivir con las emociones, buenas y malas aprendiendo a convivir con ellas asumiendo cada una de ellas en cada momento, no se trata de conseguir momentos de euforia y felicidad permanente que solo existen en la utopía se trata de que los futbolistas desde el reconocimiento de sus emociones sean capaces a convivir con cada una de ellas en cada momento haciéndose responsables de su momento emocional.

¿Qué papel juega entonces el entrenador en el proceso enseñanza-aprendizaje?

Nuestro ego nos invita a pensar que sólo somos importantes ubicándonos en el centro de la escena, nuestros futbolistas reclamarán escenarios de entrenamiento que les permita a ellos elaborar respuestas desde el conocimiento del juego, pero cuidado, esta es una labor muy compleja, requiere de un preciso conocimiento de nuestros futbolistas, entendiendo al futbolista como una persona, no solo como un deportista, solo desde el reconocimiento de nuestros futbolistas, vamos a poder reconocer que tipo de relaciones se dan entre ellos y que tipos de escenarios debemos construir para el desarrollo del aprendizaje. Acompañar al futbolista en los procesos de aprendizaje requiere encontrar el conocimiento relevante necesario para construir ese conocimiento y llevarlo a la práctica a través del juego mediante escenarios de entrenamiento y competición.

Y lo más importante ¿Dónde y cómo se consigue un proceso de transformación potente de un futbolista?

El entrenamiento de un futbolista conlleva el desarrollo de cuatro dimensiones, la relación con el balón, el desarrollo del atleta, el desarrollo del juego y el desarrollo de sus emociones.El futbolista solo encontrará dos escenarios en los que poder entrenar en solitario, en el desarrollo de su relación con la pelota y en el desarrollo de su cuerpo, el primero requerirá horas y horas de repetición más allá del entrenamiento, pero hoy es imposible jugar en la élite sin ser excelso en lo técnico, el segundo obligará al futbolista a construir un estilo de vida acorde a la exigencia física del futbol profesional y a preparar su cuerpo atendiendo a sus posibilidades de motricidad y a sus capacidades fisiológicas.Pero el meollo del aprendizaje está en el aprendizaje del juego y en el desarrollo de su inteligencia emocional.

Un verdadero proceso transformador requiere que el futbolista pase por el siguiente proceso.Reconocerse en el juego, es decir identificar el espacio que ocupa, la red de relaciones que lo rodea y las posibilidades de intervenir en el juego ¿Por qué definir los “comos”, si son ellos quien debe hacerlos suyos? ¿Por qué limitar y restringir los espacios y no permitir que los futbolistas se reconozcan en diferentes espacios, diferentes ejes y diferentes alturas? ¿Por qué definir una demarcación y no permitir que se reconozcan en el juego identificando sus capacidades en diferentes espacios?Reconocer a sus compañeros en el juego, el conocimiento no sólo pasa por reconocerse, también pasa por reconocer como sus compañeros se reconocen y se comportan, la toma de decisiones no sólo está relacionada con la intervención de uno mismo, sino también con la intervención de quienes juegan con el ¿ Existe entonces un comportamiento colectivo mecánico repleto de obligaciones o por el contrario existe una interpretación del juego donde los nombres propios modifican los aconteceres del mismo desde la intervención en base a sus capacidades? Reconocer al oponente como parte del juego, imposible entender el juego sin incorporar al oponente, que modifica en la misma medida que tus propios compañeros la participación en el juego.Y trascendental que se aprendan a convivir con sus emociones que tendrán una importancia vital en la toma de decisiones inmediatas o en la comunicación que establezcan en el juego con sus compañeros o con el propio juego¿Cómo se entrena un futbolista para transformarlo? Haciendo vivir permanente mente escenarios de entrenamiento donde el juego les permita reconocerse en el mismo, reconocerse en la relación con sus compañeros y reconocerse en la relación con el oponente, escenarios que tienen que permitir al futbolista relacionar ese nuevo conocimiento con el ya existente en él, escenarios que obliguen al futbolista a verbalizar el conocimiento, a hacerse preguntas y a colaborar en el proceso de construcción colectiva de un equipo.Dejemos de enseñarles y permitámosles que aprendan AUPA ATHLETIC!!!

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