Herramientas prácticas para el desarrollo de un aprendizaje significativo

Iñaki Sáez

HERRAMIENTAS PRÁCTICAS PARA EL DESARROLLO DE UN APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO

El mando directo, es el recurso más utilizado por los entrenadores en el ejercicio de nuestra profesión, imitado de nuestros modelos educativos, el entrenador aparece como depositario del conocimiento, que imparte desde el relato de sus ideas transformadas en discursos magistrales, ordenes cerradas y soluciones prestablecidas para el desarrollo del juego, ni hablar de la forma en que se gestiona la convivencia de un grupo encerrándola en un reglamento de régimen interno, más parecido un texto legal que al sentido común que deriva de la “calidad” de las relaciones humanas que se construyen desde la convivencia. ¿Encierra ese estilo de liderazgo los escenarios más adecuados para el desarrollo del aprendizaje?

El propio juego y la interpretación del reglamento, nos describe un juego situacional abierto, variable y lleno de incertidumbre que nos invita a reflexionar sobre la importancia de reconocer frente a memorizar, el conocimiento real de este juego se aleja del dogmatismo de cerrar respuestas para determinadas situaciones y nos invita a seducir al futbolista a que reconozca las situaciones para elaborar respuestas en función de las demandas de las mismas. En esta complejidad ¿Cómo podemos pretender elaborar un ideario cerrado de respuestas al juego? Y lo que es peor ¿Cómo podemos pretender evitar que el futbolista “razone” el conocimiento y genere comprensión desde el reconocimiento de situaciones, “razonando” nosotros, los entrenadores,  por ellos?

En mi opinión la labor del entrenador pasa por facilitar escenarios de aprendizaje y pasa por generar un espacio de relaciones en el que los futbolistas se vean obligados a preguntar, a preguntarse, a debatir, a compartir y por lo tanto a reconocer el juego y a ser posible a verbalizarlo como fin último que consolide el conocimiento y lo haga plenamente consciente de ese reconocimiento. ¿Cómo podemos crear este tipo de escenarios y convertirnos en esos facilitadores de aprendizaje?

Para ser lo más descriptivo y pedagógico posible partamos de una situación que los entrenadores cerramos en un principio fundamental para analizar este proceso del que les hablo, hagámoslo desde una situación muy simple, fácilmente comprensible y simplemente identificable “Oponente que recibe de espaldas a nuestra portería, es obligado apretarlo de forma agresiva, evitando que pueda girar, sin cometer falta”.

 Creo que la función de un entrenador pasa en primer lugar, por reconocer la capacidad de sus futbolistas de reconocer la situación, es decir construir un escenario de entrenamiento, a través del juego, que le permita al entrenador comprobar la respuesta de sus futbolistas ante la aparición de esa situación en el juego.

 El siguiente obstáculo que debe superar un buen entrenador es reconocer si la respuesta ante la situación que utilizan los futbolistas tiene un reconocimiento en el conocimiento de ellos es decir, elaboran la respuesta en función de un conocimiento o elaboran la respuesta sin ser conscientes de un conocimiento y lo hacen de una forma espontánea, o dicho de otra manera, ¿Saben que saben? o  ¿no saben que saben? ¿Saben que no saben? o ¿no saben que no saben?, en definitiva descubrir el punto en el que está el conocimiento de ellos y para poder lograrlo es imprescindible elaborar un dialogo con el/los futbolistas en el que a través de la pregunta los invitemos a participar, que pregunta podríamos utilizar para invitarles a reconocer esta situación…”he visto que cuando el oponente recibe de espalda a nuestra portería, saltas (o no saltas depende del caso) a apretarlo ¿por qué?”….o si la respuesta es más ambigua “he visto que cuando el oponente recibe de espada a nuestra portería, unas veces saltas a apretarlo y otras no ¿Por qué?” En este escenario, el entrenador invita al futbolista o futbolistas a razonar la situación y le permite establecer el punto en el que se encuentra el conocimiento y la consciencia del mismo por parte del futbolista, no es momento de indagar en la solución del problema, es momento de valorar su conocimiento, escuchar pero no participar, es decir los entrenadores nos damos cuenta si el futbolista SABE QUE SABE, SABE QUE NO SABE, NO SABE QUE SABE  o  NO SABE QUE NO SABE y ningún punto es mejor o peor que otro, simplemente es diferente, para nosotros lo importante es reconocer que grado de consciencia tiene el futbolista sobre las decisiones que toma para establecer el punto de partida de los escenarios de aprendizaje que necesita.

El tercer reto, pasa por intentar facilitarle un escenario en el que el jugador, jugadores razonen una respuesta que les permita resolver la situación con eficacia, partiendo una vez más de un escenario de aprendizaje en donde la situación aparezca a través del juego y permita por tanto al futbolista experimentar y vivenciar la situación, para otra vez establecer una conversación donde el entrenador facilite la aparición de la respuesta en el futbolista que descubra desde el razonamiento…”Me doy cuenta que con mucha asiduidad, cuando el oponente progresa sobre todo por dentro, muchos de ellos reciben de espalda a nuestra portería ¿Cómo crees, creéis que debemos responder a esa situación?…y ¿Por qué crees, creéis que debemos hacerlo así?…y ¿Qué sucedería de no hacerlo de esa manera, que ocurriría en el juego?… Y ¿has, habéis valorado que también lo podemos resolver de otra forma? Por favor  dale, darle una vuelta…” A través de este tipo de conversaciones, no sólo obligamos al futbolista, futbolistas, a encontrar el mejor reconocimiento del juego, se aprende a si mismo a “verbalizarlo” es decir, a reconocerlo de forma consciente, es decir a SABER QUE SABE.

El último paso, irremediablemente consiste en relacionar el conocimiento con el sistema de relaciones que el futbolista establece  en el juego con sus compañeros y sus oponentes y con el propio escenario situacional en el que aparece la situación en el juego, otra vez como no, a través  del juego el entrenador facilitará un escenario de entrenamiento para que el futbolista pura vivir y experimentar la situación y otra vez más estableceremos una conversación que nos permita acercar al futbolista al aprendizaje… “el otro día llegamos a la conclusión que cuando el oponente recibe de espaldas a nuestra portería vamos a apretarlo para que no gire, sin embargo te has dado cuenta que este “punta tan corpulento” (nombre propio) utiliza tu cuerpo para cuando eres muy agresivo para girarse y eliminarte ¿Qué hacemos, saltamos, nos quedamos, nos acercamos y le dejamos un metro, tu qué opinas?…me parece que nuestros centrocampistas están demasiado lejos ¿no crees? Y estoy viendo que cuando eso ocurre ese oponente (nombre propio) que recibe de espalda te queda muy lejos para saltar…y me pregunto ¿cómo lo podemos resolver?…Estoy viendo que cada vez que sales, salimos a apretar a ese tipo (nombre propio) que esta de espalda, él pone la pelota de frente siempre con ventaja y a continuación son verticales por afuera a través del pase y debemos solucionarlo, ¿Qué pensáis?…he visto que tenéis dudas para resolverlo permitirme que os ayude con varias ideas…ahora que tenemos decidido los comos, no os olvidéis de que la situación se puede presentar de determinadas maneras y que debemos elegir el como que corresponda a cada cual”… La idea pasa por hacerlos colaborar en encontrar las mejores soluciones y que reconozcan el juego, incluso que lo debatan  y porque entiendan que una situación puede parecer igual a otra, pero que dependiendo de los nombres propios de los ejecutantes del oponente o de nuestros propios compañeros, incluso del entorno situacional (espacio-tiempo, ubicaciones de oponentes y compañeros etc.) en el que aparezca la situación  las situaciones por tanto el reconocimiento de la misma serán distintas, eso requiere entender que una situación se puede parecer a otra pero puede que la respuesta adecuada sea diferente en función de los nombres propios y del contexto en el que aparezcan, por tanto, las respuestas vendrán condicionadas por estos factores y podrán o deberán ser distintas y adecuadas a las mismas. El gran reto del entrenador es conseguir un futbolista consciente del conocimiento del juego pero también consciente de la incertidumbre del mismo y de la necesidad de elaborar respuestas espontaneas ante la aparición de esa incertidumbre, pero siempre bajo unos patrones de reconocimiento que le permitan minimizar el impacto de lo incierto, es necesario que el futbolista sea consciente, SABE QUE SABE, pero también que maneje la incertidumbre SABE QUE NO SABE.

Es imprescindible hacerles comprender, descubrir, que en el juego no existen las situaciones cerradas, hay situaciones que se pueden parecer, pero todas son contextuales y todas están relacionadas con los nombres propios ¿Podemos establecer entonces verdades absolutas de respuesta? O por el contrario establecer patrones de conducta cognitivos que sirvan de apoyo al futbolista frente a la incertidumbre…

¿Significa este paradigma la pérdida de autoridad del entrenador? ¿Significa su inhabilitación para trasladar su conocimiento? ¿significa la imposibilidad de poder construir y procedimentar un estilo de juego?…realmente no, lo que describe este paradigma de actuación es un entrenador que investiga, conoce y descubre la capacidad de los que entrena, un entrenador que construye escenarios de entrenamiento desde el juego que permite al futbolista adquirir nuevo conocimiento y relacionarlo con el que ya tiene previamente, un entrenador que es capaz de sugerir los procedimientos adecuados para el desarrollo del juego permitiendo que el futbolista los haga suyos, los reconozca, los razone, los interprete y los comprenda  adecuadamente, el entrenador también es responsable de “marcar” las reglas del juego, de crear los espacios y los climas adecuados para que el aprendizaje fluya lo que nos obliga a conocer las formas en las que las relaciones humanas se establecen  y como no,  nos presenta un entrenador obligatoriamente con altos conocimientos del juego, capaz de anticipar las necesidades del mismo y por lo tanto de dibujar los escenarios que permitan descubrir al equipo aquellos aconteceres que atenderán en la competición para elaborar patrones de respuesta previa adecuados y que nazcan de la experimentación previa, de la vivencia de experiencias en el entrenamiento y no de las “exposiciones magistrales “ del entrenador, el futbolista necesita que su cerebro experimente el escenario para elaborar patrones de respuesta al mismo.

Hoy el futbol vive en la era del “método”, hoy el futbolista, reclama respuestas a sus entrenadores, hoy el futbolista es una pieza de una cadena de producción, hoy el futbolista entrena cada vez más, para jugar cada vez peor, hoy lo complementario,  ha sustituido a lo fundamental, tenemos un futbolista atléticamente mejor preparado que nunca, que cuida su vida mejor que nunca, con más datos a su alcance que nunca, con mejores herramientas para el desarrollo de su labor profesional que nunca…pero ¿ya tenemos un futbolista que conoce e interpreta el juego mejor que nunca? O los hemos acostumbrado a “pensárselo”…y ¿Dónde dejamos la creatividad, entendiendo por creatividad la capacidad del futbolista de elaborar sus propias respuestas en beneficio del colectivo y acorde a sus capacidades y las de los que lo acompañan? y ¿ya tenemos un futbolista con una relación con la pelota excelsa? O nos limitamos a limitar sus capacidades entrenando una técnica sin regate, sin pase largo, sin técnica defensiva donde solo encuentran el control y el pase con el interior…

A quienes sientan, en el ejercicio de la labor de entrenador, amenazado su ego, por el hecho de hacer partícipes del escenario de aprendizaje al “educando”, les invito a reflexionar sobre una frase de Don Vicente Del Bosque…”lo importante es que ellos hagan lo que tú quieres, pensando que son ellos quienes deciden hacerlo así…” aunque en el fondo quizá lo importante sea reflexionar de una vez por todas si los entrenadores necesitamos enaltecer nuestro ego permanentemente.

El aprendizaje significativo, permite al futbolista, reconocer el conocimiento, razonarlo, comprenderlo y verbalizarlo y le permite también estar más preparado frente a la incertidumbre que conlleva el juego, pero ¿podemos conseguir desarrollar este tipo de aprendiza sin haber construido primero una red de relaciones humanas lo suficientemente potentes para generar la confianza necesaria que nos permita construir este escenario? ¿Qué hacemos para conocer a nuestros futbolistas? ¿Qué hacemos para que nuestros futbolistas se conozcan entre ellos? ¿Qué hacemos para construir un espacio de confianza dialogo y debate si solo nos preocupamos porque nos obedezcan como súbditos?

El juego es de los futbolistas, repetimos con asiduidad…pero queremos ser los entrenadores quien lo dominemos en beneficio de nuestro ego…AUPA ATHLETIC!!!

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