El juego en el verde

Iñaki Williams se besa el escudo con el 2-0 | Foto: EFE

EL JUEGO EN EL VERDE…

Real Madrid, Futbol Club Barcelona, Atlético de Madrid, todos ellos rivales que visten San Mamés de tiros largos, impregnan Bilbao de olor a clásico y año tras año engrandecen la historia de nuestro club con duelos apasionantes…sin embargo, para mí el partido del año, “la madre de todas las batallas” es el que nos enfrenta a la Real Sociedad, ese partido que transforma a San Mamés en un lugar mágico, inimitable y envidiado en el mundo entero, ese partido que permite enseñar al universo, como se puede vivir un duelo defendiendo los colores con pasión pero con un respeto absoluto al rival, que nos convierte en un ejemplo de como el deporte debe ser una herramienta de unión y solidaridad y estos partidos un ejemplo de convivencia y fraternidad entre dos aficiones extraordinarias.

La puesta en escena del partido, trajo con las alineaciones una declaración clara de intenciones.

 La Real apoyado en sus centrocampistas, pretendía hacer del eje central una zona inexpugnable que le hiciera dueño del partido, que su entrenador había imaginado en la previa desde la presión alta, la disposición de la pelota y un Kubo que tenía la responsabilidad, acostado sobre la derecha, de ser el factor que desequilibrara el ataque Txuri Urdín percutiendo sobre Yuri en el juego individual, mientras Oyarzabal jugaba con libertad, pero siempre evitando invadir el espacio de Iñigo Martínez.

El Athletic desde su alineación también construyo varios mensajes de calado, partiendo de las herramientas que identifican nuestro juego, pressing, ritmo y velocidad para correr contraataques,  la apuesta por los “terroristas” presagiaba una gran batalla en el centro del campo, dejaba entrever que Ernesto no estaba muy preocupado por disponer de la pelota y el centro del campo sería un lugar de paso rápido y simple para encontrar a los de afuera, por otro lado,  la ubicación en las bandas de los hermanos, la continuidad de Guru y sobre todo la aparición de Capa hacía presagiar que el Txingurri pretendía aprovechar la ventaja que la real, con su construcción espacial, te regala  en las primeras alturas de los pasillos exteriores. El matiz de Capa es importante para entender esa pretensión, en primer lugar porque la ausencia de “extremos” en la estructura de juego Donostiarra, no iba exigir de Ander una gran implicación defensiva y por otro lado de haber utilizado un “central” en esa ubicación, hubiera generado una dificultad para aprovechar esa ventaja espacial en las primeras alturas de ataque y respaldar el juego ofensivo de Iñaki o Nico  en los pasillos exteriores, como siempre todo está determinado por las capacidades de intervención de los que juegan y eso Ernesto lo sabe mejor que nadie. 

Este escenario, se manifestó con fuerza en el inicio del partido, quince minutos de mucha igualdad, de mucha imprecisión y sin un dominador claro al aparecer un ingrediente que nunca falta en estos partidos, ninguno de los dos equipos quería cometer un error en el inicio del partido que los pusiera en desventaja, así que renunciaron a asumir riesgos de ataque y el partido se convirtió en una batalla cruenta mientras ambos equipos se asentaban en el terreno de juego.

El partido cambia en el minuto 15 y ese cambio hay que entenderlo en dos claves “tácticas”, la Real, en ese intento por disponer de la pelota como herramienta fundamental para dominar el partido, asume mucho riesgo en las reanudaciones de juego desde su portero y construye el escenario ideal para que el Athletic ponga sobre el verde sus mejores armas pressing alto y contrataque rápido. La otra clave del partido la construyo Ernesto, la altura en la que se ubicaron Yuri y Capa obligó a Merino y Brais a abandonar el eje central para enfrentarlos cuando recibían la pelota y a Zubimendi a abandonar la vigilancia sobre Oihan para saltar sobre uno de los terroristas, esta maniobra permitió que lo que era una ventaja numérica de los de Imanol en el centro del campo se convirtiera en una desventaja posicional y permitiera al Athletic llevar la pelota a Nico e Iñaki con facilidad pasmosa a través de un tránsito simple por el eje central para que los hermanos pudieran desbordar a su par. Este escenario, convirtió al Athletic en un huracán que desde el robo alto, la contra y las acciones exteriores de los hermanos, sometieron a la Real con llegadas situaciones de gol y balones parados sin que los Txuri Urdín tuvieran respuesta, tan solo alguna aparición muy esporádica del Mago de Arguineguín. El Athletic además fue capaz de pagarle a los de Imanol con la misma moneda, cuando pierdo y no robo, interrumpo el juego mediante faltas y te impido correr, algo que los de Imanol hacen de forma recurrente y magistral.

Una ocasión de Nico, otras dos de Iñaki y el balón parado permitieron al Athletic adelantarse y le dieron la oportunidad de dejar cerrado el partido, algo que no ocurrió sólo por la falta de acierto en la definición…y como el juego se empeña en llevarnos la contraria  a quienes izamos la bandera de especialistas en el análisis, el gol fue producto de una acción que ha supuesto una crítica hacia el trabajo de Ernesto pero que en las últimas semanas ha dado frutos, el balón parado. Un córner lanzado por Nico, otra vez prolongado por Vesga en el primer palo la caza Iñaki transformándola en gol al más puro estilo Iñaki, resolviendo una acción difícil en el área para certificar una acción de estrategia, que los “enfermos” del estudio de este deporte, llevamos viendo desde que Oswaldo Zubeldía inventara en el Estudiantes de la Plata de 1967 al que hizo campeón del mundo y que hoy décadas después sigue siendo indefendible, y es que todo lo que se prolonga en el primer palo, gol o situación de gol.

El descanso convirtió el partido en una partida de ajedrez, Imanol intervino en la contienda sustituyendo a Brais y a Gorosabel, superado por Nico, para dar entrada a Elustondo y Barrenetxea y tratar de cambiar la forma en que se desarrollaba la batalla tras detectar como su plan había naufragado en la primera parte. Imanol provocó un cambio de escenario modificando la estructura de juego con dos objetivos, llevar el partido al duelo individual en todos los espacios del campo, emparejando la línea de centrocampistas del Athletic y tratando de sacar ventaja  ubicando dos extremos posicionalmente fijos para percutir sobre Yuri pero sobre todo sobre Capa, falto de ritmo y castigado con una tarjeta, Imanol utilizó una herramienta táctica que los entrenadores antiguos, que no anticuados, predicaban en sus libretos, cuando posicionalmente eres inferior y el rival te supera, emparéjate con los rivales y lleva el partido al duelo para poder recuperar el orden y encontrar ventajas en las intervenciones individuales, claro este tipo de herramientas no aparecen en las métricas de big data, son más de calle y de experiencia.

Este nuevo escenario de partido permitió a la Real agredir al Athletic en el inicio de la segunda mitad y solo un maravilloso Unai Simón (por cierto que porteros tenemos) mantuvo la igualdad en el marcador, Barrenetxea apoyado por Silva que olió sangre en la zona de Capa fueron los encargados de construir esa nueva ventaja.

El marcador no se movió y Ernesto tomo parte de la partida de ajedrez con dos movimientos que a la postre fueron trascendentales para el partido la entrada de Vivian en el lateral derecho (ahora si tenía sentido un defensor de nivel en el lateral derecho) acabo por anular la ventaja de la Real y la entrada de Rulo, el mejor competidor de nuestra plantilla, permitió mantener el nivel físico y darle una vuelta de tuerca a las acciones de contraataque que un Guru muy cansado ya no podía ofrecer, para permitir que los hermanos corrieran (ese punta que siempre ha sido punta pero nunca hemos querido que fuera punta hasta que el juego demostró que es un punta) Imanol por su parte sustituyó a Oyarzabal que a pesar de huir de Iñigo se encontró con el mejor marcador central de la liga ubicado al lado, que lo anuló por completo (que Yeray no vaya a la selección…) y a Kubo que nunca fue capaz  de encontrarse en el partido, Sorloth y Momo Cho intentaron darle continuidad al nuevo plan de Imanol, plan que finalizó cuando Raúl construyo una salida de contraataque a través de un maravilloso pase que permitió a Iñaki cerrar el marcador con un golazo.

De ahí hasta el final el Athletic supo mantenerse en el partido sin problemas y lo más destacado fue que Ernesto nos deleitara con la posibilidad de imaginar lo que puede significar un Ander Herrera en plenitud de facultades, diez minutos de deleite de un gran jugador.

El Athletic en definitiva, se impuso con justicia en el marcador y en el desarrollo del juego y nos invita a varias reflexiones, ¿Por qué nos empeñamos en limitar nuestras capacidades? Cuando de forma exacerbada, izamos la bandera del “estilo” y construimos un discurso monotemático que nos impide explorar la globalidad del juego y la profundidad de nuestras herramientas, mutilamos y debilitamos nuestras posibilidades de intervención en la competición, esta temporada hemos asistido de forma recurrente a discusiones tan banales como poco fundamentadas, el dúo Dani Vesga (si se puede hablar de un dúo desconectado del juego, que no se puede) ha sido objeto de mil críticas, cuando solamente es una herramienta a disposición del entrenador que permite al equipo atender determinados escenarios. Iñaki también ha sido objeto de debate, su ubicación en el campo es objeto de pelea y discusión, cuando en realidad lo que nos ofrece Iñaki es la versatilidad de poder ser utilizado en el espacio del campo que demande el escenario que afrontamos en cada momento ¿Cómo no va a ser cualitativamente ventajoso disponer de un futbolista que hace de forma eficiente más de una cosa? Iñaki solo debiera ser objeto de frustración para el aficionado para exigir a los responsables de su formación la responsabilidad de no haber desarrollo las habilidades técnicas que requiere un futbolista de élite y que impiden al chaval pasar de ser un gran jugador a convertirse en un futbolista único en el mundo, sus momentos de ineficacia cara a gol o de sus dificultades con los primeros controles sólo se pueden explicar en un proceso formativo equivocado. Nico, como no, ha centrado también el debate de la cerrazón, el paso del tiempo está demostrando que salir de su espacio natural e invadir nuevos y diferentes espacios de juego, lo convierten en un futbolista más versátil, mas imprevisible y por lo tanto más difícil de defender y el paso del tiempo y su mejora en el juego va a convertir al chico en un futbolista imprevisible, indetectable y probablemente en uno de los mejores del continente, a través de la participación de Nico en la izquierda también hemos comprobado como la relación entre los futbolistas que juegan obliga a adaptarse al juego, de esta forma hemos visto como Yuri acostumbrado a irrumpir por afuera ha readaptado su participación en las entradas de ataque participando más de las penetraciones por el pasillo interior para permitir a Nico disponer del mejor escenario posible para explotar sus cualidades, que importante es que los futbolistas conozcan estas interacciones y que los entrenadores las descubran para poder sacar beneficio de ellas. Mi último punto de reflexión pasa por la titularidad de Capa, la participación de Ander en el partido de ayer debiera alejarnos de los discursos que buscan sistemas de juego cerrados y alineaciones ideales, en un fútbol que requiere el uso y aprovechamiento de todos los recursos que conforman una plantilla para construir todos los escenarios posibles que respetando nuestras virtudes esenciales, nos permitan afrontar con las mejores garantías la competición, pero también nos hacen ver la necesidad de construir relevos en nuestra fabrica que nos permitan cubrir las demandas que exige la primera plantilla.

Triunfo maravilloso el de ayer, que regala felicidad a los Athletizales y que nos obliga a convivir con ambición un final de temporada que no debe llevarnos a la séptima plaza, debe llevarnos a conquistar la Europa League por méritos propios y que la consecución de ese objetivo, nos convenza que construir un equipo campeón es posible. Aúpa Athletic!!!

2 comentarios

  • Ernesto

    El Athletic con los Williams no será campeón de nada. Nacho está súper valorado gana lo que no merece, mete goles cada 10 partidos encima jugando todo. Un verdadero paquete. Si hermano también falla muchos goles, lo más importante si juegas de delantero y quitando el triciclo nada de nada. Lo mejor venderlos para hacer una buena plantilla. No me olvido de la injusticia de poner en el banquillo a Berenguer y Zarraga…

  • Luis

    No estoy ni con los Williams ni con Dani García. No tienen, calidad para ser titulares, en el Athletic, si es que se quiere hacer algo en lo deportivo. Que veo que no.

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