Opinión: «Ser del Athletic no es fútbol, es una cuestión de familia y tradición»

29 Agosto 2014

Pablo Castro | Bilbao

Foto: athletic-club.net

Foto: athletic-club.net

Acaba de empezar la temporada más ilusionante de cuantas se recuerdan en Bilbao. No sólo porque vamos a jugar la Champions después de 16 años sino porque hemos llegado a la competición de mayor nivel tras hacer una temporada de 70 puntos y eliminar al Napoles en un momento donde nuestros valores y filosofía han tenido una enorme trascendencia.

El otro día en Napoles participaron 14 futbolistas de los cuales 12 han tenido parte o la totalidad de su formación en Lezama. Los otros dos jugadores vinieron al Athletic con 20 años y son hoy dos ejemplos de lo que son los valores del Athletic. En el estreno liguero fueron 13 de 14 por lo que, parece que ésta va a ser la tónica habitual durante la temporada que acaba de empezar donde pasearemos nuestro escudo por los campos más importantes de Europa.

Además, de fortalecer un modelo de gestión donde todo el planeta futbol ya sabe cuál es la política del Athletic, durante este tiempo, el segundo equipo del Athletic y fuente más importante de jugadores para el primer equipo, ha conseguido surtir al primer equipo de jugadores que hoy son su columna vertebral como Aymeric o Ibai, además de conseguir que jugadores como Morán, Unai Lopez, Guillermo, Bustinza o Aketxe metan la cabeza en el primer equipo y vayan ganándose poco a poco un sitio en el primer equipo.

La buena labor del segundo equipo con Ziganda a la cabeza no se queda ahí ya que la que ha sido su columna vertebral en estos cuatro años, o bien está dentro de los citados jugadores del primer equipo o son hoy jugadores importantes de equipos con aspiraciones en segunda división y con una vuelta más que cercana al primer equipo (Albizua, Guarrotxena, Galarreta, Peña, Eguaras, etc).

Además de eso, la maquinaria no para y el Bilbao Athletic actual tiene un enorme potencial para volver a entrar en playoffs y como no para seguir dando jugadores al primer equipo.

Porque el Athletic es hacer debutar a un chaval de 18 años en el momento más importante del partido clave para meterte en la Champions (con las implicaciones deportivas y económicas que tiene esa competición). A diferencia de otros equipos que no pueden vivir sin títulos tanto colectivos como individuales, para el Athletic no hay mayor título que ver cómo un grupo de chavales formados en su fábrica pasean con la pasión de un aficionado un escudo que tiene implícita la responsabilidad de representar a su gente, a un pueblo soñador e identificado con su equipo.

Cuando pienso en la palabra Athletic me vienen a la cabeza Gurpegui, Susaeta o Aduriz y lo mucho que han luchado y los malos momentos que han pasado en este largo camino. Nadie más que ellos merecen que la vida y el fútbol les dé la posibilidad de poner al Athletic en lo más alto y que toda Europa se rinda y sienta envidia por estos colores y lo que representan. Que el Athletic se gane un pedacito del cariño del mundo del futbol por luchar siempre con sus ideas y sin renunciar a ellas en los malos momentos. Aislados de portadas de periódicos y de balones de oro pero respaldados por todo su pueblo.

Mientras otros equipos celebran títulos comprados con dinero en la mayoría de los casos, yo cuando sea mayor recordaré cómo 8.000 personas más 11 aldeanos tomamos Old Trafford en la mayor exhibición futbolística que probablemente mis ojos jamás vean, recordaré el viejo San Mamés en la semifinal de Europa League o el nuevo el otro día contra el Nápoles. Esos momentos me ponen la piel de gallina, y precisamente eso es el Athletic, conseguir actuaciones tan meritorias con tu equipo de pueblo, con su misma gente detrás. Porque nadie podrá discutirnos que el día que consigamos levantar un título, el mérito, por las formas utilizadas en el camino harán que ningún equipo en el mundo pueda nunca haber sido tan feliz como nosotros lo seremos.

Y es que hay que recordar que a lo largo de los años las juntas directivas pasan, los entrenadores van y vienen, los jugadores debutan y se retiran, pero hay algo que con el paso de los años sigue estando y no cambia, será siempre eterno y durará por los siglos de los siglos: Sus valores, su gente y San Mamés, porque aunque mucha gente no lo crea, ser del Athletic no es futbol, es una cuestión de familia y tradición.

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