Los sistemas de juego

SISTEMAS DE JUEGO

Los sistemas de juego, se han convertido en el epicentro del debate futbolístico, con el fin de explicar los aconteceres que en el juego se producen, elaborando teorías que explican los rendimientos de los equipos en función de la utilización de uno y otro sistema. Este debate instalado entre los aficionados y los periodistas, no solo es saludable sino que construye momentos de pasión entre el aficionado a este deporte. Lo realmente preocupante es cuando este debate transciende al aficionado y ocupa la reflexión de los entrenadores, profesionales de las direcciones deportivas o entre los opinadores a los que se les atribuyen capacidades y conocimientos.

El futbol como cualquier otro deporte colectivo, posee una lógica interna, a la que nadie atiende, redactada a través de sus reglas de juego, lugar donde a través de una lectura crítica y reflexiva podemos encontrar respuestas a casi todas las cuestiones que este juego nos plantea. 

El reglamento, no nos habla de sistemas, sin embargo si nos explica con precisión la importancia de ocupar, comprender y manejar el espacio. Al final un sistema de juego, el que sea, solo constituye una referencia de ocupación para ubicar en el espacio a los futbolistas, un punto de partida para comenzar el juego.

¿Cómo podemos comprender la ocupación de espacios en este juego? El reglamento nos advierte de varias cuestiones importantes para comprender este concepto, las líneas que delimitan el terreno de juego, la ubicación de las porterías, la ubicación y el movimiento del balón, la ubicación y el movimiento de los rivales (con los que por cierto compartimos espacio y posibilidad de contacto físico dentro de las faltas e incorreciones que limita el reglamento, tema que no es menor), la ubicación y el movimiento de nuestros compañeros y la regla del fuera de juego (factor determinante en la ocupación de espacios) construyen los pilares fundamentales que nos permitirán comprender este concepto.

Atendiendo a los criterios anteriores podemos razonar la ocupación de espacios desde el desarrollo de tres objetivos, las reanudaciones de juego, el juego y los nombres propios de quienes lo juegan

Las reanudaciones de juego, (saques de puerta, saques de banda, faltas etc.) son los únicos momentos en los que el juego nos otorga tiempo para ubicar a los futbolistas de forma prediseñada y pensada de antemano,  en un espacio determinado del terreno de juego y con un objetivo individual y colectivo concretos, es decir podemos definir los puntos de partida de nuestros futbolistas con el fin de conseguir un propósito concreto en el juego. Este aspecto es fácilmente reconocible ya que visualmente podemos diferenciar como existen grandes diferencias entre como un equipo se ubica para reanudar el juego tras un saque de puerta o para reanudar el juego tras un saque de banda, ni que decir tiene la diferencia existente entre una reanudación para disponer de la pelota o una reanudación donde es el rival quien dispone de la pelota.

La complejidad de la ocupación de espacios, comienza con el desarrollo del juego, porque en el desarrollo del mismo, la ocupación de espacios se produce de forma viva, continua y dinámica, ya que la pelota suele cambiar de dueño con facilidad, quizás porque se juega con los pies y con un solo objetivo construir ventajas posicionales en el juego, que pueden ser ventajas numéricas o no, es decir a través del movimiento, debemos detectar donde nos posicionamos, como nos ubicamos en el espacio y con qué objetivo, o dicho de otra manera, cuantos futbolistas intervienen en la acción directa del balón y cuantos en las zonas alejadas para conseguir sacar ventaja del juego. En definitiva la ocupación de espacios, es un proceso vivo y dinámico de reorganización permanente y que involucra a todos los futbolistas de forma permanente y simultánea en la que estos se mueven en relación a la ubicación de las porterías y las líneas que delimitan el campo, en relación a la ubicación y movimiento del oponente, en relación a la ubicación y movimiento de los compañeros, atendiendo e interpretando la regla de juego y siempre teniendo en cuenta que el factor que más modifica las conductas y que más nos obliga a movernos es el movimiento del balón.

No debemos olvidarnos de lo más importante, de los nombres propios, del factor humano, ¿Cómo podemos comprender una ocupación de espacios sin atender a las capacidades de quienes los juegan y las interacciones que se producen cuando se mezclan entre ellos? Otra discusión muy recurrente, que nace de los sistemas de juego es el debate de las demarcaciones, discusión que se ha trasladado hasta el futbol profesional y como no al futbol formativo, hoy enseñamos a los jugadores a jugar de… y no a jugar a… es decir construimos laterales, pivotes etc. y dejamos de construir futbolistas que en función de sus capacidades puedan jugar al juego e interpretarlo, lo hacemos hasta el punto de haber convertido la mecanización en una verdad absoluta en detrimento de conseguir futbolistas que se reconozcan en el espacio que ocupan y por el que transitan, para que ese conocimiento les permita tomar buenas decisiones en función de lo que el juego requiere en uno u otro espacio. Es tal esta tiranía que hasta los propios futbolistas lo verbalizan como si diez metros arriba o abajo a derecha o izquierda fueran excusa suficiente para justificar la mala toma de decisiones. En realidad los grandes equipos, los que han trascendido en la historia consiguiendo éxitos solo poseen cuatro especialistas que se repiten, los porteros los defensores líderes que son capaces de dominar la línea defensiva liderando no solo a través de toma de decisiones individuales sino dirigiendo el movimiento de los acompañantes de la línea defensiva, los volantes referenciales jugando solos o acompañados que son capaces de mantener los equipos juntos, liberar a sus compañeros para que se suelten hacia arriba y ayudar a la línea defensiva cuando toque, tengan capacidad para construir juego o no y los futbolistas con valor gol sean delanteros centros o no ejemplos hay en toda la historia Pumpido Brown Batista y Maradona en la Argentina del 86 Zubi Goiko De Andrés y Sarabia en el Athletic campeón del 83 Casillas Hierro Redondo y Ronaldo Nazario en el Madrid de los galácticos Galli Baresi Ancelotti y Van Basten en el Milán de Sacchi, Víctor Valdés Piqué Busquets y Messi en el Barsa de Pep y así en todos los equipos que han trascendido en la historia. Especialistas rodeados de futbolistas que más allá de jugar por un espacio, son capaces de intervenir en diferentes espacios del terreno de juego con naturalidad y solvencia.

Podemos concluir que la ocupación de espacios es por tanto un factor determinante en el desarrollo del juego que requiere de una organización colectiva que respete una serie de principios fundamentales. 

Disponiendo de la pelota, cuantos quienes, donde, como  y para que se ubican en la primera línea, cuantos, quienes, donde, como y para que se ubican en diferentes alturas del centro del campo, cuantos quienes, donde y como se ubican para dar amplitud y como aprovecharse de la misma,  y cuantos, quienes, donde y como para encontrar la profundidad y con qué objetivo se persigue la misma.

  Sin la pelota cuantos, quienes, como y a que alturas se ubican en las diferentes líneas que construyen la ocupación del espacio, interpretando la regla del fuera de juego, evitando la progresión del rival por el pasillo central y estando juntos para aumentar la eficacia y reducir el espacio y por lo tanto el tiempo de intervención del rival, cuantos futbolistas cuando son eliminados por el balón,  quedan liberados de volver a ponerse por detrás del balón pasando a ser una amenaza para el rival en caso de una posible recuperación y condicionando por tanto los procedimientos del oponente y  algo muy importante, solo la primera línea, la de los defensores tiene sentido que juegue a la misma altura, atendiendo a la interpretación de la regla del fuera de juego.

Finalizo con unas cuestiones para quien quiera responder… ¿Elegir un sistema u otro determina el juego? ¿Se puede repartir el espacio sin atender a los nombres propios? ¿Se puede entender la ocupación de espacios sin atender al rival? ¿Existe un sistema mágico que garantice el éxito? 

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