Comprender el reglamento para construir procedimientos colectivos

COMPRENDER EL REGLAMENTO PARA CONSTRUIR PROCEDIMIENTOS COLECTIVOS

Son las capacidades individuales de los futbolistas, las interacciones que producen la mezcla de las mismas y los escenarios que proponen los oponentes las que descubren a los entrenadores el camino para construir los escenarios y procedimientos colectivos adecuados para competir en entornos de eficiencia que nos faciliten la eficacia. Conocer y descubrir estas tres realidades, tal y como relataba en mi último artículo, representa por tanto no sólo un punto de partida ineludible para cualquier entrenador, sino un objetivo primordial.

Permítanme que concluya esta reflexión con un apunte, no olvidemos que los futbolistas , sólo son personas que juegan al futbol, por lo tanto como cualquier ser humano en el ejercicio de cualquier actividad, susceptibles a que sus capacidades cambien, se desarrollen o se vean afectadas por el impacto de las emociones propias de la “vida”, lo cual nos obliga a estar atentos al cambio a la adaptación y a descubrir nuevas capacidades en los mismos, si a esto le unimos que el juego es incierto y cambiante (aunque solo sea por el impacto que supone enfrentarse al novedoso escenario que nos propone cada oponente), deberíamos establecer como prioridad que cada entrenamiento no sólo estuviera supeditado al cumplimiento de determinados objetivos propuestos por el entrenador (educador) sino también a concentrar toda nuestra atención y sensibilidad a que cada jugador (educando) y por lo tanto cada interacción, nos sorprendiera o nos descubriera nuevas formas de respuesta, nuevo conocimiento a través de su expresión en el juego.

¿Cómo trasladar al plano de lo tangible este pensamiento?, ¿Cómo dotar a los equipos de una organización altamente cualificada y precisa para acercarnos a la eficiencia en el rendimiento colectivo de un equipo? Sin duda, al menos en mi opinión, la respuesta nos la da el reglamento, las reglas del juego. ¿Por qué? El reglamento, a través de la redacción de sus reglas, nos indica por un lado la forma en la que podemos construir contextos colectivos para el desarrollo de las capacidades y de las interacciones de los futbolistas y también nos define de forma lógica en qué orden y forma se debe desarrollar un proceso lógico para construir un equipo.

¿Qué nos descubre el reglamento prioritariamente? Las ideas más importantes que se coligen de una lectura compresiva del reglamento son las siguientes. El futbol se juega con los pies: Necesitamos del desarrollo de una destreza especial a la que denominamos técnica para poder jugar a este juego

Compartimos espacio de juego con el oponente entrando en disputa directa con él por el balón: No solamente necesitamos altos niveles de destreza técnica, además nuestro TIEMPO de actuación está permanentemente condicionado por el oponente y viceversa Las líneas que delimitan el campo, la ubicación de las porterías, la interpretación de la regla 11, la ubicación y procedimientos de oponentes y compañeros junto con la ubicación y movimiento del balón, definen la ocupación del ESPACIO.

El único objetivo que se persigue a través de los procedimientos de un equipo es encontrar la eficacia en las dos áreas, es decir entender el “ataque” como un proceso proactivo para intentar llegar en las mejores condiciones posibles de espacio y tiempo al área rival y la “defensa” como un proceso preventivo que evite que el oponente se acerque a nuestro área en las mejores condiciones de espacio y tiempo posibles.Atendiendo a estas cuatro ideas, hay muchas más, pero estas parecen las más importantes, podemos concluir que el juego del futbol es un proceso situacional, continuo, que consiste en una reorganización constante espacio-temporal, en las que por momentos disponemos del balón y por momentos dispone de él el oponente, con el fin de llegar al área rival en las mejores condiciones posibles y que el oponente no lo consiga.

Quizás nuestro primer aprendizaje (aunque para generar comprensión utilicemos ambos términos) debe ser que Ataque y Defensa no existen como tal, por el contrario existe un proceso continuo indivisible en el cual la disposición del balón cambia de forma frecuente ante la dificultad que exige el hecho de jugarlo con los pies compartiendo espacio con el oponente y permitiendo que este pueda entrar en la disputa por el mismo respetando los límites que marcan las faltas e incorrecciones definidas en el reglamento.

¿Qué orden lógico podemos colegir, para la construcción de procedimientos colectivos, de la lectura del reglamento? El reglamento, define con claridad la forma en la que se reanuda el juego y habilita tiempo al equipo para desde una determinada ocupación de espacios (posición) y una determinada intención en la ocupación de los mismos (ubicación) comenzar a desarrollar los procedimientos colectivos que definamos. Luego el reglamento define con claridad que el punto de partida que permite organizar el juego con eficiencia es definir donde nos posicionamos colectivamente y como nos ubicamos para comenzar a jugar cuando el juego debe reanudarse después de una interrupción (saque de centro, saques de puerta, faltas e incorrecciones, saques de banda, córner) La excelencia se alcanza cuando somos capaces a ocupar el espacio y a ubicarnos en función del tipo de reanudación que afrontamos, con qué objetivo lo hacemos y atendiendo al escenario que nos presenta el oponente en esa situación.

El reglamento, también define, que ante la dificultad de disponer de la pelota en un juego que exige altos niveles de precisión técnica en situaciones de espacio y tiempo muy condicionadas, muy reducidas, la situación que más se repite en el juego es la perdida y la recuperación del balón, lo que obliga a los equipos a reorganizarse permanentemente para responder en esos escenarios. Por lo tanto de la misma forma que las reanudaciones nos obligan a reubicarnos con tiempo la perdidas y las recuperaciones de balón nos obligan a reubicarnos en el desarrollo del juego y constituye por tanto el segundo objetivo del proceso de construcción colectiva de un equipo y también debemos definir como en qué manera, que objetivos perseguimos y como nos condiciona el rival a la hora de hacerlo.

El reglamento, siempre el reglamento, también nos dice que cuando disponemos del balón debemos de ir hacia la portería rival con el objetivo de hacer gol y nos advierte que será más fácil conseguir ese objetivo cuantos menos rivales tengamos que eliminar por el camino, por lo tanto el reglamento nos dice que cuando disponemos del balón debemos ir a la portería rival intentando encontrarnos por el camino la menor cantidad de rivales posible y que solo cuando no lo consigamos debemos afrontar escenarios en los que el rival ubica sus diez futbolistas detrás de la línea del balón.

El reglamento también nos invita a usar la misma reflexión para convivir con los momentos en los que no disponemos del balón, es decir debemos evitar que el oponente cuando disponga de la pelota pueda progresar encontrando la menor cantidad de rivales posibles, debemos evitar que el oponente disponga de tiempo para su reorganización y nos invita a hacer entender al futbolista que todos deben ser partícipes por tanto de la recuperación del balón, lo cual no significa que para arrebatarle el balón al rival todos deban estar detrás del balón.

Por último y no menos importante como el juego es un continuo el reglamento nos dice que cuando disponemos de la pelota y vamos hacia la portería rival debemos prever el momento de la perdida y viceversa, cuando el rival dispone del balón no solo debemos establecer procedimientos para recuperarlo también debemos prever que ante la posibilidad de recuperarlo debemos ir hacia la portería rival con la mayor velocidad posible.

La conclusión, en mi opinión, para comprender este maravilloso juego, pasa por desaprender todos los preconceptos que pasan por entender este juego como un conjunto de herramientas definidas por los entrenadores, para afrontar una nueva realidad que aparece cuando entendemos este deporte como un sistema de relaciones complejas abiertas y sistémicas (como son todas las manifestaciones de cualquier relación que se establece entre seres humanos) haciéndolas convivir con la comprensión del reglamento, que es en realidad el depositario único en el que podemos encontrar las respuestas a este juego.

¿Cómo a través del entrenamiento, podemos modificar las conductas del jugador para que desarrolle una inteligencia que le haga comprender la globalidad del juego y para que esa comprensión del juego se transforme en una organización colectiva de altísima cualificación?…lo dejamos para los dos próximos artículos.

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