Gaizka Garitano, gutako bat

Foto: Unai Zabaleta

El pasado día 30 de diciembre acudí a casa de mi tío a visitar a un primo recién nacido, Jon, futuro jugador de nuestro primer equipo. Mientras cogía al niño, maullaba celoso un gato de nombre Marcelo. Mi tío me había contado en varias ocasiones que el gato se llamaba Marcelo en honor a Bielsa, pero por si acaso, le volví a preguntar. Y como si mi pregunta fuera absurda, me contestó que evidentemente, que por quién iba a ser si no. Es todo lo que hablamos de fútbol aquel día. El protagonismo se lo llevaba el niño, y ¡cómo no!  Vaya alegría.

Volviendo a casa, medio corriendo, para no llegar a casa más tarde de las 22:00, el nombre de Marcelo me retumbaba en la cabeza. “Gaizka criticado por todo Bilbao y Bielsa, ídolo de la ciudad, cómo puede ser…”

Gaizka Garitano comenzó su andadura como entrenador del primer equipo un 4 de diciembre de 2018. Por aquel entonces, el Athletic, dirigido por el Toto Berizzo (del que, por cierto, y al contrario de lo que ocurre con Gaizka, nadie habla mal), tenía 11 puntos en 14 partidos. Estábamos en puestos de descenso y en una dinámica en la que no ganábamos ni al Gazteluzarra (del que soy jugador y a mucha honra).

Pues bien, ese 4 de diciembre, un muy mal entrenador como Gaizka Garitano tomó las riendas del equipo. Se ganó al Girona, se empató frente a Alavés y Valladolid, y se ganó a Celta y Sevilla. Estábamos ya fuera del descenso. Fue el mejor debutante en el banquillo hojiblanco desde Howard Kendall y sólo por detrás de Iñaki Sáez. El 27 de enero de 2019, tras imponerse al Betis por 1-0, se convirtió en el tercer entrenador del club sin ninguna derrota en sus siete primeros partidos ligueros, tras Fred Pentland y Ferdinand Daucik. El 4 de abril, tras 32 puntos en 16 jornadas, siendo el cuarto mejor equipo desde que llegó Gaizka, tras Barcelona, Atlético y Real Madrid, renovó su contrato por un año más.

Al año siguiente, con un equipo tirando a mediocre consigue clasificar al Athletic a una final de copa, la cual todavía no se ha jugado. Y en Liga, con opciones de jugar Europa League hasta la última jornada.

Es en este punto cuando me vuelvo a acordar de mi tío y de su gato Marcelo. Sé que las comparaciones son odiosas, pero me cuesta comprender una admiración tan profunda al bueno de Marcelo y un odio tan intenso a Gaizka. Lo siento, pero no lo puedo entender. Los dos grandes méritos de Bielsa fueron la clasificación a una final de Europa League y a otra de la Copa del Rey. Digo la clasificación porque las finales casi ni nos presentamos. Los dos grandes méritos de Gaizka Garitano: salvarnos de descender a segunda división por primera vez en nuestra historia con números de Champions y la clasificación a una final de Copa del Rey. Digo la clasificación porque no le han dado la oportunidad de luchar por algo que él mismo ha conseguido. Si hubiera que escoger, ¿qué preferiríais? Yo lo tengo claro, muy claro.

Alguno, y con todos mis respetos, dirá que prefiere los logros de Bielsa, por lo bonito que jugaba. En mi humilde opinión, el fútbol, y el deporte en general, son resultados. Y con Gaizka, los resultados, por lo menos, hasta esta temporada, han sido excelentes. Seguramente, su futbol no haya marcado una tendencia, pero si Gaizka ha considerado, que con los jugadores de los que disponía en plantilla, su forma de jugar era la forma más eficaz para lograr resultados, perfecto. Como decía nuestro amigo Jokin, otro grande, “clasificación amigo”. Y Garitano, resultados ha logrado. Al César lo que es del César…

Garitano deja el banquillo del Athletic con un promedio de 1.44 puntos por partido. Cifra que supera a la de Berizzo (0.79), Ziganda (1.13), el gran Marcelo Bielsa (1.24), Caparrós (1.30), Mané (1.23), Sarriugarte (0.67), Clemente (1.15), Mendilibar (0.6), Valverde en su primera etapa (1.41), Heynckes (1.42) y Rojo (1.13). Aún así, es el peor entrenador de todos, el que peor lo ha hecho, el que peor juega…

Con estos argumentos, no quiero, ni mucho menos, quitar mérito a otros entrenadores. Incluso puedo llegar a entender, aunque no lo comparta, su destitución. Lo que sí que no entiendo, es lo mal que se ha tratado a Gaizka estos últimos meses, a un trabajador como la copa de un pino y a un entrenador mejor todavía. Leí el otro día lo siguiente:” Hay muchos buenos entrenadores, pero hay pocos Gaizka Garitanos”. Efectivamente, Gaizka es especial, nos ha defendido como nadie lo ha hecho, es de los nuestros, gutako bat. Por cierto, en un amigo invisible gracioso de estos, me han regalado un periquito. Por si había alguna duda, le he llamado Garitano.

No quiero terminar sin denunciar las formas en las que se ha procedido a la destitución de Gaizka. Aunque sinceramente, de esta directiva, tampoco me sorprende. ¡Váyase señor Cuesta, váyase! 

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