El «caso Fuenlabrada» afectará a las cesiones del Athletic en la Liga SmartBank

Gaizka Larrazabal | Foto: Unai Zabaleta

Mañana martes 4 de Agosto da comienzo oficialmente la inscripción de jugadores en el fútbol profesional en una temporada 2020/21 que comenzaría el 12 de Septiembre con un cierre para la primera ventana de mercado establecido para el 5 de Octubre. En un escenario actual donde los rebrotes por Covid-19 y nuevos positivos en el fútbol están a la orden del día el “caso Fuenlabrada” alimenta las dudas del comienzo en la Liga Smart Bank con un play-off de ascenso aún sin definir y con poco margen para respetar el convenio AFE que tienen los futbolistas acordados en sus vacaciones de treinta días naturales.

En cuanto al Athletic, la planificación de la temporada por parte de la dirección deportiva y el cuerpo técnico del primer equipo no es ajeno al momento de incertidumbre que vive el fútbol y en ese sentido afecta a las cesiones. En Lezama hay jugadores que saben qué situación se contempla con ellos por parte del club pero su destino a día de hoy es una incógnita. Jugadores como Peru Nolaskoain e Iñigo Vicente comenzarán la pretemporada el próximo lunes 10 de Agosto destinados a tener un hueco en la primera plantilla y en otros casos como los de Gaizka Larrazabal y Gorka Guruzeta aunque comiencen habría que trabajar en sus destinos previa renovación de sus contratos si el club apuesta por su continuidad.

Son varios los clubes que suenan como destinos para algunos cachorros: Real Zaragoza, Real Oviedo, Ponferradina, Mirandés, UD Logroñés…pero todo dependerá de nuevo de la flexibilidad que tenga la LFP con los límites salariales en un marco económico del fútbol español en recesión y con graves perdidas. Ya la temporada pasada hasta siete clubes de la Liga SmartBank tuvieron problemas en la inscripción de jugadores antes de comenzar la competición como el Málaga, Real Zaragoza, Real Oviedo, Elche, Alcorcón, Almería y Las Palmas.

Por ejemplo, el año pasado la idea principal del club fue ceder a Villalibre pero los requisitos que marcaba la LFP eran inasumibles para los conjuntos de Segunda División.
Una cesión gratis por parte del Athletic con el objetivo de que los jugadores tengan la mayor cantidad de minutos obliga a los clubes cedatarios a computar los 80.000€ del salario mínimo más las primas en el coste de su plantillas con el añadido de las penalizaciones correspondientes impuestas por la entidad de Ibaigane en caso de no jugar. Lógicamente, el tema se complicaría aún más en cesiones compartidas en una Liga SmartBank con presupuestos cada vez más austeros.

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